Las finanzas éticas son una forma diferente de ahorrar e invertir que combina los beneficios económicos con los sociales y medioambientales. Se trata de un concepto transversal, ya que los criterios y principios éticos deben incorporarse en todas las actividades con las que se relacionan las entidades éticas.
Las entidades que operan bajo este enfoque no especulan e invierten en economía real y solidaria, es decir, en aquellos proyectos que repercuten positivamente sobre la calidad de vida de las personas, aportan una serie de beneficios sociales y promueven el desarrollo sostenible, aplican criterios de evaluación ético-sociales para estudiar la responsabilidad ética, social y medioambiental de los proyectos que solicitan financiación.
El objetivo del curso es compartir con el alumno miradas críticas sobre el actual modelo económico-financiero, dar argumentos convincentes acerca de su agotamiento, sus contradicciones y su falta de sostenibilidad y, al mismo tiempo, dar a conocer el potencial que un nuevo planteamiento sobre el uso del dinero supone para superarlo.
A lo largo de dos jornadas, el programa aborda -con un eminente enfoque práctico- los diversos sistemas de finanzas éticas, desde los grupos de ahorro comunitario a las cooperativas de servicios financieros y entidades bancarias reguladas por organismos y normativas que rigen el sistema financiero nacional e internacional.